Hubo un lugar donde yo estaba, donde corría, donde nacía, donde vivía, donde lloraba y dormía. Hubo un espacio que me pertenecía más allá de todo, lo quisiera yo de esa forma u odiara por completo el entorno. Hubo también, personas que sabían de mi personalidad solitaria y siempre esquiva, pero nunca ninguna quiso saber porque de esa forma me escondía. Existió también un momento, donde sin quererlo, me escondí detrás del espejo...
Pinté entonces mis labios de rojo intenso
y en ellos dibujé una inmensa y grotesca sonrisa
para ya no recordarme más nunca
las razones por las cuales no sonreía...
¡Nunca se debe dejar de sonreír!
ResponderEliminar"Las minitas aman los payasos..."
Besote
Nina
Yo también me he escondido detras de un espejo y he maquillado mi sonrisa... yo también.
ResponderEliminarMe has dolido ... me ha gustado.
Mi abrazo infinito y azul
Pero pintarse una sonrisa es peligroso... aunque todos lo hacemos, para fingir estar bien cuando por dentro somos vidrios rotos. Y duele más!
ResponderEliminarNina
ResponderEliminarNunca habría que dejar de sonreír, pero no siempre se puede.
Y amo ese tema de Los Redondos!!!
Coeli
A mi me ha dolido escribirlo...no sabes cuanto..
Gracias por tus besos siempre azules...
Pablix
Si, duele también y mucho. Por eso se hace hasta que el vidrio comienza a perforarnos por completo
Me gusta mas sus palabras en verso, dicen y transmiten mucho mas. Lo otro me parece muy señado, una aclaración estricta, que a veces desconcierta mas. Y sobre todo fomentar la economía de palabras, es un ejercicio complicado pero que si se hace bien, se logra gran impacto.
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