Y me cansé de esperarme, de vivir dentro de lo que podría llegar a ser solo por miedo a no sentirme cómoda. Tengo dolor de movimientos, demasiado tiempo estuve escondida, arrodillada esperando, sintiendo rencor por procesos pasados y deseos de que las cosas cambiaran. Pero hoy ya no lo quiero, necesito ser y vivir de otras maneras.
Ciertas cosas no se olvidan, pero lo que en su momento fue bello, hoy es recuerdo de esos que extraño tanto que me duele que me duelan, que los siento de piel, carne y hueso, y jamas de humo, como suelen ser casi todos los recuerdos.
Hoy quiero revivir la felicidad de esos momentos de chicos, cuando no había problemas más importantes que decidir que ropa nos poníamos para salir el sábado, y que tan lindo se sentía... Eso de creer que tendríamos siempre la misma edad pura que nos hacia reír por estupideces y nunca pensar en las marcas que podría, en algún paso de nuestros caminos, dejarnos el tiempo.
Hoy soy y me siento diferente. Necesito y quiero perdonar a quien me lastimó porque no puedo olvidar que en alguna ocasión yo también lo he hecho. Es vital solucionar problemas pasados, de adolescentes. Crecer, avanzar fuera y dentro de mi misma, y con todo eso resuelto volver a las raíces. Sabiendo que de ahí nació todo y jamás podría ser distinto. Respetando lo que entendí hace algún tiempo. Que cada uno hace lo que quiere, pero en más de una oportunidad, solo lo que puede.